Ayer, mis gracias a todos vosotros que leéis la información que os pongo, logramos pasar el tope de 5000 entradas en este blog sobre BIOESPELEOLOGÍA.
Es un placer para mí, dar a conocer todo lo que me llega en torno a esta rama de la espeleología que nos llega casi como de pasada... que no le prestamos atención cuando entramos en una cueva y nos encandilamos con los espeleotemas, o trabajamos "sacando metros" a las cavidades en su exploración, cuando nos agotamos pasando un paso estrecho, cuando bajamos un pozo... pero ahí están otros seres vivos, esperando no ser molestados y a su vez ser estudiados, porque a través de un mejor conocimiento de ellos, podremos conservar aún mejor lo que tanto queremos: nuestra madre Tierra.
Las profundidades diabólicas que algunos medievales retrataban en sus pensamientos, en sus libros, en sus pinturas... quedan reflejadas casi siempre con increíbles seres, con maravillosas plantas... todas gigantes, terribles y humanizadas... ahora, gracias a nosotros, los espeleólogos, podemos adentrarnos un poco más allá y conocer a esos "dragones" de las cavernas que tanto asustaban, a esas brujas que hechizaban al pueblo, a las escrituras fantasmagóricas del más allá de las paredes... en definitiva, un mundo que sólo nosotros podemos descubrir. Y eso es lo que tenemos que hacer, descubrir y divulgar lo que vemos, para que todo el mundo conozca lo hacemos, el privilegio de decir a toda la gente lo que únicamente nosotros podemos ver... porque pasarán los años y el anhelo de lo que hemos visto quedaría en nada.
Hace unas semanas, con el envío de la revista ESPELEO nº 21, escribí una carta adjunta, la cual os la pongo para que podáis leerla vosotros también, porque divulgar es algo que nos toca hacer a todos los espeleólogos y no guardarlo en un baúl, como si fuera un tesoro.
Muchas gracias por leer, y espero llegar pronto al tope de las 10.000 visitas, lo cual os agradeceré mil veces de nuevo. Espero daros más noticias muy pronto.