El hallazgo fue fruto de una expedición de buceo realizada en el Túnel de la Atlántida, al norte de Lanzarote, por biólogos y espeleólogos de las universidades Pennsylvania State (EEUU); Hamburgo y Hannover (Alemania) y La Laguna
Los Tubos volcánicos inundados por el mar son una de las atracciones de Lanzarote. En la entrada de uno de ellos, el artista César Manrique levantó una de sus geniales intervenciones en el paisaje, un recinto conocido como los Jameos del Agua que recibe a miles de visitantes.
Los Tubos volcánicos inundados por el mar son una de las atracciones de Lanzarote. En la entrada de uno de ellos, el artista César Manrique levantó una de sus geniales intervenciones en el paisaje, un recinto conocido como los Jameos del Agua que recibe a miles de visitantes.
Muchos de ellos se llevan como recuerdo algún objeto mostrando el icono del lugar, el jameíto (Munidopsis polymorpha), un cangrejo de color blanco, ciego y único en el mundo, pues sólo vive en los túneles de lava inundados de la isla.
Ahora, un grupo de científicos acaba de añadir nuevas evidencias para apreciar la riqueza de tan singulares espacios, al dar a conocer otras especies exclusivas. Son un pequeño crustáceo de la clase Remipedia y dos gusanos anélidos de la clase Poliquetos.
Los hallazgos son fruto de una expedición de buceo realizada en el Túnel de la Atlántida, al norte de Lanzarote, por biólogos y espeleólogos de las universidades Pennsylvania State (EEUU); Hamburgo y Hannover (Alemania) y La Laguna. Pedro Oromi, Jorge Núñez y Alejandro Martínez son los españoles participantes en la investigación, cuyos resultados completos se publicarán en el número de septiembre de la revista 'Marine Biodiversity' del portal de información científica Springer.
La nueva especie de Remipedia ha sido llamada Speleonectes atlantida, en honor a la cueva en la que fue hallado, un tubo volcánico que nace en el cráter de la Corona. El crustáceo, que no llega a los cuatro centímetros, es ciego y usa las antenas para orientarse en las aguas oscuras mientras filtra el agua en busca de comida o depreda sobre otros organismos.
El nuevo ser es muy parecido morfológicamente a Speleonectes ondinae, otro pariente encontrado en el mismo lugar en 1985. Sin embargo, las pruebas de ADN llevadas a cabo por el equipo de Stefan Koenemann en la Universidad de Hannover han demostrado que el ejemplar constituye en sí mismo una nueva especie. Los investigadores creen que la divergencia entre ellas comenzó hace unos 20.000 años, cuando se formó el túnel que habitan.
Los crustáceos de la clase Remipedia son de los más extraños del mundo. No se supo de ellos hasta 1979, cuando se encontró al primero en una cueva de la Gran Bahama, en el Caribe. Desde entonces, han aparecido otras 22 especies, todas ellas en cavernas localizadas en el Caribe y Yucatán. La excepción son los casos de Canarias y uno en el oeste de Australia.
Un raro hábitat en las Canarias
Esta distribución disjunta ha llevado a los científicos a defender que las distintas especies de Remipedia que existen actualmente sean los restos de una distribución mucho más extensa. Dado su pequeño tamaño, su ceguera y lo restrictivo de su hábitat, es difícil que sobrevivieran a un viaje transoceánico desde una cueva hasta otra.
Los remípedos actuales son considerados casi como un fósil viviente. Fueron muy abundantes en los mares del Mesozoico, hace 200 millones de años, y suele situárselos en el origen evolutivo de los crustáceos. Ahora, sólo quedan unas pocas especies, restringidas a entornos tan extraños como las cuevas submarinas sin luz.
Speleonectes ondinae no está solo en su cueva lanzaroteña. Alejandro Martínez, de la Universidad de la Laguna, destaca también la importancia de las dos nuevas especies del grupo de los anélidos halladas en los sedimentos de la cueva. Una de ellas, Meganerilla, ha sido dedicada a César Manrique, el artista que supo amar esos túneles de lava.
Los tubos volcánicos se originan en ciertas erupciones de lava fluida y rápida. La parte superficial del río de piedra líquida se va enfriando y se solidifica, mientras en el interior sigue circulando la lava. Cuando la erupción termina y toda la lava acaba de pasar, queda como resultado un 'tubo' con una semicúpula de piedra sólida. En Lanzarote, los tubos llegan al mar y tienen una parte bajo el agua y otra en la superficie de la isla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario