La Bioespeleología: un mundo por descubrir

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martes, 17 de febrero de 2015

¿Un elatérido, ejemplo de adaptaciones al medio subterráneo?

Muchas veces los agradecimientos se ponen en último lugar, pero yo quiero ponerlo en el principio, porque este blog es distinto. Gracias José D. Gilgado, Enrique Ledesma, Eva Cuesta y Vicente M. Ortuño, por haberme abierto las puertas a este mundo tan desconocido y tan maravilloso, así como del artículo en cuestión. También agradecer a José D. Gilgado sus apreciaciones y las fotografías de campo y las primeras en el laboratorio de este elatérido. Y es que la primera vez que conocí a José D. Gilgado, Enrique Ledesma y Eva Cuesta fue en el III Encuentro Ibérico de Biología Subterránea celebrado en Barcelona en 2013, donde ya nos presentaban y me hablaban sobre este magnífico resultado, aquí unas fotos del cartel y de mis amigos en Barcelona en esas interesantes jornadas:



Este trabajo se ha publicado en la revista Annales de la Société entomologique de France (N.S.) recientemente, titulándose: "Dima assoi Pérez Arcas 1872 (Coleoptera: Elateridae): from montane to hypogean life. An example of exaptations to the subterranean environment?", y está firmado por José D. Gilgado, Enrique Ledesma, Eva Cuesta, Enrique Arreche, José Luis Zapata de la Vega, Antonio Sánchez-Ruiz y Vicente M. Ortuño. Podéis acceder al resumen de este trabajo y cómo conseguirlo, PINCHANDO AQUÍ. Esta elatérido conocido de muy pocos lugares y de muy pocas capturas, ha resultado ser muy abundante en los estudios realizados por nuestros compañeros en el Medio Subterráneo Superficial (MSS) del Moncayo (Zaragoza, España), por lo que parece que su hábitat puede ser preferentemente éste.


Tiene algunas características convergentes con fauna de montaña y subterránea, y por eso se comenta la posibilidad de que sean exaptaciones del medio montano al hipogeo. Como vemos en las fotografía, éste es el lugar muestreado y donde ha salido gran cantidad de ejemplares de esta especie. El canchal donde apareció está a unos 1500 metros sobre el nivel del mar, con una capa de suelo exigua, y pinos dispersos.


De nuevo, los trabajos en el medio subterráneo, esta vez en el Medio Subterráneo Superficial (MSS), nos están aportando datos increíbles, aportaciones únicas y asombrosos descubrimientos. Quiero dar la enhorabuena a todo el equipo que ha participado en este proyecto y en este artículo, en especial a José D. Gilgado, Enrique Ledesma, Eva Cuesta y, por supuesto, a Vicente M. Ortuño. Esperamos más trabajos vuestros sobre esas maravillas que estáis estudiando, investigando y divulgando.