“Flota el vapor en el aire, y no lo vemos; se condensa en nubes, y lo vemos ya, o como mancha oscura, o como blanca neblina, o como celaje de colores esplendidos; pero todavía no lo tocamos, tendríamos que saber mucho. Al fin se deshace en lluvia, y es fuente, es manantial, es río, con lo que el vapor se puso a nuestro alcance en forma de agua.”
José Echegaray.
…que penetró en la tierra creando caminos a peregrinos, deambulatorios, diluyendo la caliza que posteriormente abandonó por precipitación, dejando a su paso un mundo de oscuridad y silencio, una especie de monasterio o catedral con columnas, bóvedas, retablos, órganos y campanas mudas de piedra en perpetua construcción, sin juntas de mampuestos o sillares, cuya iluminación corresponde al visitante. Es la obra de millones de litros de agua a lo largo de miles de siglos,…
Y es que la espeleología no es solo deporte, sino que como su nombre indica es también ciencia (σπηλαιου. Spelaion – cueva / logía - tratado), una ciencia ligada a otras tantas, una ciencia multidisciplinar en la que todos somos bien recibidos, geólogos, hidrólogos, arqueólogos, zoólogos, paleontólogos,…etc. científicos cuyas investigaciones se iniciaron comúnmente a raíz de descubrimientos casuales llevados a cabo por personas anónimas o grupos de espeleología. (La exploración y la realización de topografías comúnmente están ligadas a estos grupos espeleológicos, es por ello que, en muchas ocasiones, son estos mismos los que realizan los principales descubrimientos y quienes notifican sus hallazgos a las autoridades pertinentes, lo que da lugar a su posterior estudio pormenorizado por parte de las Universidades).
La espeleología pues, debe de estar abierta a todos y no debe de ser privilegio de unos pocos, si bien es cierto que al igual que sucede en Parques Regionales y Nacionales (el Parque Regional del Alto Manzanares, el Parque Nacional de Ordesa,…) también en cuevas, simas y dolinas ha de haber un código de conducta si queremos que estas se conserven para el futuro tal y como las vimos inicialmente.
Hoy por hoy sabemos de la fragilidad del medio al que nos referimos, y es que las cuevas muestran unas condiciones de temperatura (con oscilaciones mínimas) y humedad (de casi el 100%) muy particulares que son determinantes en su formación y conservación, y que se ven alteradas con nuestra mera presencia (El dióxido de carbono y la luz son elementos ajenos a este medio y que afectan a sus condiciones naturales alterando su formación). Si a ello sumamos la deposición de basuras tales como plásticos, pilas, restos de carburo, cuerdas abandonadas, electrodomésticos,…etc., o bien actos vandálicos como pintadas con spray, fechas y nombres grabados en sus paredes (a veces incluso sobre pinturas rupestres) o la rotura de sus formaciones cuya creación a implicado miles de años, y que ni siquiera deberíamos tocar si no queremos detener su crecimiento, nos encontramos ante un grave problema en lo que a su conservación a medio y largo plazo se refiere.
La creación de una Comisión de Conservación de Cavidades dentro de la Federación Madrileña de Espeleología así como la proliferación reciente de secciones con iguales intereses dentro de los diferentes grupos espeleológicos denota la creciente preocupación sobre este tema.
Tal es el caso de la Sección de Conservación de Cavidades del Grupo de Espeleología de Getafe (GEGET) al que pertenecemos, cuya fundación, promovida por Antonio Ortigosa en Abril de 2006, lleva casi tres años trabajando con el objetivo de difundir ese código de comportamiento del que hablábamos con anterioridad.
Hasta el momento dicha sección ha promovido la realización de las I jornadas de Ecología Subterránea de la Comunidad de Madrid (celebradas a finales de Marzo de 2007), en la que se dieron diferentes charlas acerca de la formación de las cuevas y las medidas a tener en cuenta para su conservación.
También se han realizado diversas visitas a cuevas de diferentes comunidades tomando datos acerca de su estado de conservación, y registrando la existencia o no de basura, grafitis, carburo,… así como de sus formaciones y colonias de murciélagos. Todo ello acompañado de un registro de mediciones relativas a su humedad y temperatura.
Actualmente dicha sección esta involucrada en la realización de un Nuevo Catálogo de Cuevas de la Comunidad de Madrid, en el que además de ofrecer una descripción detallada de las mismas con su consiguiente apartado relativo a accesos y topografía, también habrá un apartado sobre su estado de conservación, así como sobre la existencia de colonias de murciélagos, restos arqueológicos o restos paleontológicos por citar algunos. Durante la realización del mismo, aún por concluir, se ha hecho un trabajo previo de gabinete consistente en la recopilación de la documentación existente sobre las cuevas de la Comunidad y posteriormente un trabajo de campo con el objeto de documentar mediante topografías y descripciones puestas al día, las cavidades ya conocidas con anterioridad. A su vez se ha procedido a la localización de otras nuevas, bien mediante la encuesta en pequeños pueblos y ayuntamientos o bien rastreando el territorio, habiéndose realizado diversos descubrimientos ya conocidos pero no documentados en el catálogo anterior, ampliando aun mas la lista existente.
En todo este trabajo, no solo está participando la Sección de Conservación de Cavidades del GEGET (Grupo de Espeleología de Getafe, cuya financiación en buena parte corresponde al Ayuntamiento de Getafe), o miembros no adscritos a esta sección pero pertenecientes a este mismo Club, sino que esta siendo de gran ayuda la colaboración de otros grupos espeleológicos tales como el GIS (Grupo de Investigaciones Subterráneas), el GAEM (Grupo de Actividades Espeleológicas de Madrid), A. E. GUIAS DE MADRID y el GEFlash (Grupo de Espeleología Flash), así como de personas particulares no adscritas a ningún grupo espeleológico como Luís Jordá Bordehore (Ingeniero de Minas) que amablemente nos cedió su tesis acerca de la Minería en Madrid para así incluir un capitulo sobre esta en el Catálogo.
Con ello queremos decir que estamos abiertos a la colaboración de otros Clubs o de particulares siendo bienvenidas todas las sugerencias y aportaciones dado que con ello obtendremos un mejor resultado.
Una vez concluido este trabajo, que supondrá no solo la catalogación de las cuevas de la Comunidad de Madrid sino también un registro del estado de conservación de las mismas a día de hoy, y por tanto una base para nuestros fines, queremos seguir promoviendo Jornadas de Ecología acompañadas de campañas de limpieza en aquellas cavidades que observemos se encuentran en muy mal estado, informar acerca de la conveniencia de restringir las visitas a determinadas cuevas cuyas colonias de murciélagos pudieran verse afectadas por nuestra presencia en su periodo de cría, colaborar con diferentes organismos y asociaciones con intereses comunes a los nuestros, e insistir en la necesidad de hacer una visita responsable de las mismas a través de las vías que encontremos a nuestro alcance (prensa especializada, reparto de bolsas de basura y trípticos en las que se haga referencia a las pautas que se han de seguir para que nuestra presencia implique el menor impacto posible sobre el medio (tal y como ya ha hecho la Comisión de Conservación de Cavidades de la Federación Madrileña de Espeleología, a la cual muchos de nosotros pertenecemos), etc...
Por último tan solo decir que esta sección queda abierta a todo aquel que quiera formar parte de ella, y que a su vez esperamos que cada año sean mas las secciones que de este tipo se creen en otros clubs de nuestra Comunidad, o de otras Comunidades Autónomas, de tal manera que mediante la colaboración mutua exista una mayor competencia y eficacia en la consecución de los objetivos.
Texto: Genaro Ferrer Mejías
Colabora: Antonio Ortigosa
Foto: Ángel (GIS)